La excusa de muchos todavía, aunque no se crea, para mantenerse a la línea de internet es que es un lugar donde se comparte demasiada información y nada seguro. Aunque sea una buena razón, lo verdadero es que cada vez es más difícil mantenerse al margen. Por eso lo mejor es saber cómo manejar la protección de su información y documentos compartidos en línea. Una de las llaves de seguridad es una contraseña bien administrada y elegida.
Google publica en su sitio "Es bueno saberlo" una gran variedad de temas relacionados con la seguridad, pero este llamó en especial mi atención y comparto con los seguidores: "Creando contraseñas seguras".
1. Una contraseña distinta para cada servicio.
En ocasiones por temor a fallas en la memoria o no poder recordar se prefiere usar la misma contraseña para todo. Con eso se facilita el trabajo de un malhechor, con una clave lograda mayor probabilidad de perder mayor información.
2. Una contraseña larga y compleja
Si tu clave es extensa y compleja será más difícil adivinarla. Tómate tu tiempo para diseñarla y jamás olvidarla, utiliza caractéres poco comúnes, mayúsculas y minúsculas, números. Eso garantiza que dale vuelo a la imaginación.
3. Un lugar seguro para tu contraseña
Aquello que uno no quiere que se pierda u olvide, se coloca en un lugar seguro, como el dinero, por ejemplo. En la actualidad, la información vale "oro" y más si es la personal, así que ubica tu contraseña en físico o digital que sea de confianza para ti.
4. Usa un Plan R (Recuperación)
Para todo siempre será efectivo y recomendable un Plan "B", que en este caso sería un Plan "R" de Recuperación de contraseña. Bien diligenciado los formularios u opciones que ofrecen las cuentas que se abren serán de gran ayuda en un caso de emergencia. Y también "R" de Revisar todas las posibilidades que las cuentas ofrecen para recuperación de información en caso de pérdida.
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