El 25 de noviembre, se conmemora como Día de la No Violencia contra la Mujer. Son fechas para recordarnos todo lo relacionado con el maltrato que las mujeres sufren en todos los sentidos, por causa cultural básicamente. En un corto diálogo con una de las socias fundadoras de la Red Latinoamericana de Mujeres en Gestión de Organizaciones, Lidia Heller, al referirse al tema solo nos dijo: "Muy poco hemos avanzado...pero por lo menos el tema está siendo visible en la mayoría de los países de la Región".
Y su análisis corto no está alejado de la realidad. Las historias de violencia de género e intrafamiliar que vemos en los registros de prensa y en redes sociales a diario parecen sacados de películas de terror o tragedia. Esta visibilidad es importante, pero también nos cuestiona fuertemente la forma en que se establecen las relaciones de pareja, cómo se forma el estima de la mujer y los hombres, hasta dónde llegan los abusos del poder en relación con el género y quizá, el más preocupante, la institución familiar hasta dónde se deforma.
Son tantas las aristas que nos vamos a centrar en una básica, el amor. Comenzando por amor propio que entendemos como un sentimiento que se refleja en la dignidad de cada uno o una. Es ella, la dignidad y el amor propio, quien te dice como un espejo cuán bella eres, cuán valioso eres, cuán grande es la chispa que tienes. Chispa Divina que brilla en ti y no en los demás. Dignidad es amarte y valorarte por lo que eres. En esta fecha que celebramos con una negación diciendo No Más, Ni Una Más como dice una campaña realizada en Cartagena, Colombia, la proponemos desde Panel Sin Fronteras como una afirmación 'Celebración del Amor Propio', a ver si logramos entender que todo parte de nosotrAs y nosotros mismos para las relaciones sanas entre los géneros y mejor convivencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario