En la adolescencia conocí a la hoy periodista Tatiana Paola Escárraga con residencia en España y días atrás nos unió un comentario como madres con visión de periodistas, un artículo sobre el 'oversharing' en redes sociales, entonces intervinieron Paola Alcázar, +Diana Quintero y terminamos confrontadas en lo profesional y lo personal sobre la exagerada publicación de cada logros de nuestros pequeños de la casa.
Cuando estuve vinculada a la Fundación Mario Santo Domingo me conocí con Belkys Pacheco y hace unos días el punto de intersección fue una preocupación sobre la reacción de nuestros hijos antes las obligaciones de trabajo de los padres. Compartir esa experiencia es saludable para todos, los que intervienen o los que solo leen las publicaciones.
Un punto en desventaja y otro a favor del entorno de las redes sociales. La sobre exposición de los menores de edad en estos espacios que pueden hacerlos y hacernos vulnerables ante la inseguridad en internet con los datos y la información; y a favor, la red como una manera de crecer y vernos en los espejos de las otras experiencias que a veces pensamos que son solo nuestra pesadilla y compartir nos hace descargar para pensar mejor lo que hacemos.
Concluyo casi siempre lo mismo:
- criterio para elegir quiénes hacen parte de nuestras redes sociales,
- hacerlas humanas con nuestra interacción
- y nunca dejar de lado la cautela para publicar.
Finalmente es la huella digital, el historial que vamos archivando en este mundo virtual que descubrimos día a día y sin manual ni fronteras.
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