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sábado, 13 de mayo de 2017

El mejor de mis viajes


Cayena en Shenzen, China
Viajar es una delicia, aunque no para todos signifique lo mismo. Hay quienes se estresan por lo que deben llevar o lo que se les puede olvidar. Hay quienes disfrutan no planear nada  y solucionar en el camino. Lo que nunca estará de más es tener un Plan B, aún si no has programado nada. Los entrenamientos de un viajero son los traslados cercanos sea por estudio, trabajo o vacaciones, algunos son agradables y otros por obligación, pero en todos se aprende, se reflexiona, se cambia, se sufre o se divierte . Tal vez, en mi perspectiva personal, la vida misma es y será siempre un viaje.

La primera vez que viajé a Suecia fue por estudios, por ejemplo, pensé que sería el viaje de mi vida. Conocer mujeres periodistas de distintos continentes, 20 países distintos representados en un salón con la diversidad del mundo en total evidencia. Lo gocé desde mi salida de Barranquilla y cada trasbordo -Bogotá, Miami, Frankfurt, Copenhague y Kalmar- pasando la primiparada de llevar una maleta tan grande como la mitad de mi cama, la de mano y una mochila. Sólo me pasó esa vez. En la vida no se puede llevar tanta carga, que además la mayoría de las veces no son ni de uno.

Varsovia, Polonia
Viajar a Chile tuvo algo muy especial. Pensé que sería la mejor de mis experiencias ir al sur de América. Lo fue porque Juan Salvador Gaviota fue un personaje de libro inspirador y en Horcón, un pueblo de pescadores ubicado en Valparaíso, me dejó la sensación de haberlo conocido de verdad y ese graznido se quedó en mis oídos para siempre. Era mayor la voz de las gaviotas, entonces había que adaptarse al lugar para poder conversar. Juan Salvador lo hizo para cambiar y alcanzar su propósito. Así hay momentos de la vida en que todo el mundo habla y opina sobre el deber ser y el hacer, pero es necesario adaptarse, ser y alzar vuelo propio, dejando la algarabía atrás.

Y así se fueron dando viajes, uno tras otro, como experiencias únicas. Conociendo y entendiendo el comportamiento humano valioso y cuando no lo es tanto, llevando a cuesta los estereotipos adversos de la nacionalidad colombiana, así como descubriendo la misma flor de cayena que tenemos en Barranquilla, también en Chile, Panamá, Los Angeles (USA), Macao y Shenzen (China). Las mejores fotos en ocasiones son justo el momento en que el frío hace sentir miles de agujas en tus pies, sientes que se te van a quebrar y solo la foto te lo hará sentir de nuevo como en Kiruna (Suecia) y Cracovia (Polonia). Lo poco probable, toca echarlo al bolso y contarlo entre los recuerdos porque te sacan una sonrisa, como conocer a Rigoberta Menchú en su casa en México DF o darle la mano en Houston a la primera mujer piloto a bordo de un transbordador espacial, Eillen Collins. Así la vida, cuenta lo que haces cada instante porque una coordenada te llevará a otra.

Pero hay un viaje que hace que el mundo y el tiempo no giren hacia el mismo lado sino en todas direcciones; requiere además para un traslado estar preparado en un mínimo rango de tiempo de planeación y la mayoría de las veces las experiencias superan las expectativas de cualquier otro itinerario. Se comienza prácticamente de cero y los avances se basan en el método ensayo - error constante, es extremadamente divertido y retador porque te enfrenta a juegos como si tuvieras 4 años pero en ocasiones necesitas la actitud de 50 años de experiencia, deja huella en tu vida porque te da la oportunidad de esculpir valores en otros y superas obstáculos como un Quijote. Para este viaje debes soltar equipaje para andar ligero, escuchar y aceptar propuestas de "maestro" de 8 aunque tengas más de 4 décadas de vida, inicias tu propio sembrado y atención de semillas de amor verdadero. Doy fe de este itinerario como de los mejores en la vida, porque yo lo inicié en mayo de 2008 y para mi se escribe con G. Aunque una buena cantidad de mujeres prefieren elegir si son madres o no, así como se toma vuelo hacia otro lugar, en lo que a mi respecta puedo decir que ser madre de Gabriela no supera ninguna experiencia de vida de ningún otro viaje realizado. Ser madre es un reto que, en la medida de lo posible, se debe abordar. He escuchado en este recorrido: te vas a caer, te equivocaste, ese no era el camino o te hubiera ido mejor si..., pero entonces cierro los ojos y pregunto ¿tendrán razón?, entonces los graznidos de esas gaviotas se alejan cada vez que decido mi propio planeo y  a mi lado solo quedan aquellas que dicen: te quiero, adelante, lo harás mejor, paciencia, tienes la mejor bendición. Es cierto!

¡Feliz día de las madres!

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