Las redes sociales son un mundo paralelo, como de ficción. Sin embargo lo que ahí se comparte nace de seres humanos con la necesidad de comunicarse a través de esa herramienta que abre fronteras generacionales, geográficas, en fin, de todo tipo.
Se encuentra el desadaptado, el formal, el informal, el desubicado como en cualquier sala de espera en cualquier lugar del mundo. Los pensamientos llegan a saludarse o hacen un guiño para comunicarse, sin el contacto personal. Lo cierto es que este es un entorno desde el que es necesario tejer y construir.
Los temores hacia la seguridad o no en el entorno virtual margina a los inexpertos o primíparos, en este momento se invierten los papeles en esta Universidad donde los profesores son menores de 20 y los alumnos son mayores de esa edad. Y en esas circunstancias toca pensar y comprender cómo podemos llegar a tejer ciudad y construir sociedad, haciendo parte activa. ¿Cómo podemos iniciar? Tres pasos básicos son:
1. Preparar el perfil que deseamos proyectar, desde la escogencia de la imagen, descripción del perfil, frase introductoria, temas de preferencia.
2. Si se es líder de una organización o tema, permanecer en frecuencia para aportar cada día. Sin desmayar.
3. Ser responsable y honesto con lo que se expresa. La libertad de expresión de las redes es la misma que compartimos de forma física.
No debemos perder de vista que, no solo compartimos una individualidad, es la vida de una ciudad y sociedad que mostramos al mundo con nuestras frases, imágenes y expresiones.
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