¿Cuánto tiempo debe transcurrir antes de detener el maltrato de un amigo o miembro de la familia?

Esta pregunta adquiere aún más relevancia cuando consideramos el maltrato psicológico, que muchas veces es sutil y tolerado debido a su carácter "inofensivo" socialmente aceptado. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1 de cada 3 mujeres a nivel mundial ha experimentado violencia física o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida. En América Latina, esta cifra es aún más alarmante, con un promedio de 1 de cada 2 mujeres que ha sufrido algún tipo de violencia de género.

Nos referimos al menosprecio constante, a menudo disfrazado como broma, que se permite porque se espera que uno mantenga la compostura y evite mostrar agresividad. Según la Encuesta Global sobre Violencia Escolar de la UNESCO, alrededor del 32% de los estudiantes en América Latina reportan haber sido víctimas de bullying escolar.

Incluso las estructuras de apoyo en casos de violencia de género a menudo son deficientes y solo intervienen cuando la situación se vuelve grave. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la región latinoamericana, solo alrededor del 14% de las mujeres que sufren violencia doméstica buscan ayuda formal.

Pero ¿qué ocurre cuando este maltrato psicológico, sutil y normalizado se convierte en una presencia diaria en nuestras vidas? ¿Qué sucede cuando se trata de un comportamiento "normalizado" dentro del entorno familiar, o incluso en los círculos más cercanos, como en la escuela, la universidad o el lugar de trabajo?

La respuesta sigue siendo inequívoca. La violencia en cualquiera de sus formas, ya sea evidente o velada, sigue siendo veneno. Este veneno puede fortalecerte o dañarte profundamente.

A menudo, se requiere de toda una vida para entender las complejidades de las relaciones humanas. Solo mediante la práctica y la experiencia, a veces dolorosa, podemos aprender sobre ellas. En ocasiones, nuestro entorno nos brinda todas las oportunidades para fortalecernos o para sucumbir a las dinámicas destructivas.

Es vital adoptar una postura de tolerancia cero frente al maltrato, la violencia y el acoso escolar. Todos poseemos un valor incalculable como seres humanos, y la única manera de romper el ciclo de abuso y empoderar a las generaciones más jóvenes para que construyan relaciones sanas y evolucionen es aprender a detener este veneno que ha sido normalizado y permitido durante tanto tiempo.

Lo básico para reaccionar al maltrato...

Existen unas recomendaciones básicas para enfrentar situaciones de maltrato cuando la víctima o cercano a ellas las han podido identificar. Definitivamente, aún con el autoestima fuerte, pueden dejarse afectar o sobrevalorarse y creer que pueden tener manejo. Revisa estos pasos y comienza con alguno o aplícalos todos: 

1. BUSCA APOYO:  Hablar sobre lo que está sucediendo con alguien en quien confíes, ya sea un amigo, un familiar, un maestro o un consejero escolar. No enfrentes la situación solo.

2. REPORTA EL ACOSO: Si estás siendo víctima de bullying en la escuela, es importante informar a al adulto de confianza en la institución escolar o en la familia. Muchas escuelas tienen políticas y procedimientos para abordar el acoso y proporcionar apoyo a las víctimas.

3. EVITA RESPONDER CON VIOLENCIA: Aunque es lo que la lógica humana te indica, responder con violencia o agresión, esto solo puede empeorar la situación y ponerte en riesgo de consecuencias negativas. Trata de mantener la calma y buscar ayuda. Tener testigos o testimonios que apoyen tu versión.

4. LLEVA UN REGISTRO: Si estás siendo acosado, mantén un registro de los incidentes, incluyendo la fecha, hora, lugar y detalles específicos de lo que sucedió. Esto puede ser útil si necesitas informar el acoso a las autoridades escolares o a tus padres.

5. CUIDA TU SALUD MENTAL Y EMOCIONAL: El acoso puede tener un impacto emocional significativo. Busca actividades que te ayuden a manejar el estrés y cuida tu bienestar emocional. Esto puede incluir hablar con un consejero, practicar técnicas de relajación o participar en actividades que te gusten.

6. EXPLORA ACCIONES LEGALES: En casos graves de acoso escolar o familiar, es posible que sea necesario explorar opciones legales. Esto puede implicar buscar la ayuda de las autoridades escolares, presentar informes a la policía o buscar asesoramiento legal.

7. BUSCA AYUDA PROFESIONAL: Si el acoso está afectando seriamente tu salud mental o emocional, considera buscar ayuda profesional de un terapeuta o consejero. Ellos pueden proporcionarte apoyo y estrategias para hacer frente al acoso y recuperarte emocionalmente.

Lo importante es encontrar la ruta, nadie tiene que aguantar el maltrato, la violencia, el acoso, el bullying o la burla. Hay personas dispuestas a ayudar y no se debe tener miedo de pedir ayuda y buscar el apoyo para enfrentar el acoso.